Se trata de "Rionegrina pozosaladensis" un ave gigante que existió en la costa atlántica de Río Negro hace aproximadamente 8 millones de años. Única en el mundo, sus huellas son de casi 40 cm de largo y pesaba unos 55 kg aproximadamente.

El hallazgo fue realizado por guardas ambientales durante el desarrollo de sus tareas habituales en las Áreas Naturales Protegidas Punta Bermeja, Caleta de los Loros y Pozo Salado.

Dicha zona, de acuerdo a los estudios geológicos realizados por especialistas de la Universidad Nacional de La Pampa y el INCITAP (instituto de CONICET, La Pampa), fue un ambiente desértico con dunas y numerosos lagos extensos que funcionaban como oasis, y donde concurría la fauna de ese momento.

En el barro de la costa de uno de esos lagos quedaron registradas huellas de casi 40 cm de largo de un animal bípedo que muestran un apoyo en dos dedos del pie, el dedo medio y el lateral (muy parecido a los actuales avestruces africanos).

Las mismas fueron encontradas por el guarda ambiental Andrés Ulloa y durante las tareas de campo brindaron apoyo los guardas ambientales Juan Siguero, Jonatan Ferrara y el poblador local Sr. Sergio Méndez.