Gracias al IPPV, Rosa tiene una casa digna donde vivir
Rosa Marín lloraba de emoción mientras recorría su nuevo hogar. Ella es paciente de salud mental y durante 18 años vivió en el hospital de Maquinchao. Hoy la vida le sonrió con una casa.
El plan de recupero de viviendas en situaciones irregulares que lleva adelante el IPPV, tiene detrás muchas historias de vida. Tal es el caso de Rosa.
“Rosita”, como la llaman cariñosamente, es una persona con discapacidad. Luego de estar un tiempo en un hogar de ancianos donde recibió maltrato, logró la externación para ser asistida en salud mental del hospital “Orencio Callejas”, lugar en el que vivió 18 años. Allí, recibió el afecto y amor de muchas personas que la ayudaron a sobrellevar todo ese tiempo. En los últimos 4 años vivía sola en una vivienda alquilada, aunque con cuidadoras las 24 horas. A sus 57 años y a través del plan de recupero del IPPV, logró tener su hogar.
Por eso la noticia fue celebrada por todas las personas que la rodean, como Carmina del Valle Lizaralde, trabajadora social e integrante del área de salud mental que acompaña a Rosa, enfatizó con mucha emoción que “tener hoy una casa para Rosa y para nosotros como equipo es fundamental para poder proyectarnos a futuro, pensar su estabilidad como cualquier persona, que pueda elegir cómo tener su casa ya que trabajamos mucho en su autonomía y en las elecciones que ella pueda tener, así que estamos sumamente agradecidos con el IPPV”.
El interventor del Instituto, Mariano Lavin, quien acompañó a Rosa a su nueva casa, resaltó la importancia del trabajo integral que se hace para recuperar viviendas: “Esto es fruto del trabajo de recuperación de una nueva vivienda del IPPV que se encontraba en una situación irregular, estaba alquilada. En esta oportunidad, se la entregamos a Rosa, paciente de salud mental, quien hoy cuenta con un hogar propio para el desarrollo y la mejora de su calidad de vida”.